Un tesoro que la tierra oculta

Un tesoro que la tierra oculta

Floridor Pérez

Cortos Para niños Valores morales

Un campesino tenía una viña en la que ya había trabajado su padre antes que él, y tenía miedo que sus hijos no continuaran con la tradición familiar

Comenzar a leer

Un tesoro que la tierra oculta

Un campesino tenía varios hijos que no demostraban interés alguno por cultivar su tierra.

Temía por eso el hombre que, a su muerte, ellos venderían la viña familiar y saldrían a vagar por el mundo.

Mientras las fuerzas le acompañaron cavó la viña año tras año, pero ya en su vejez la maleza empezó a competir con las plantas.

Sintiéndose morir, el campesino reunió a sus hijos y les habló de esta manera:

—Sé que no aman el cultivo de la tierra, y seguramente terminarán vendiendo la viña que fue de los abuelos. Quiero que sepan que por años fuimos ahorrando con su madre un capitalito que era nuestro tesoro. Antes de morir, ella lo enterró en la viña, y no alcanzó a decirme dónde. Quiero pedirles que, si deciden venderla, por lo menos desentierren esa pequeña fortuna que les pertenece.

No bien los hermanos enterraron al padre, se dieron a la ambiciosa tarea de desenterrar el tesoro oculto. Cavaron aquí y allá, primero, y luego se distribuyeron el espacio para no dejar rincón donde no escarbara su azada.

Y aunque no quedó centímetro de tierra sin remover, no encontraron tesoro alguno. Por falta de costumbre, el trabajo los agotó tanto, que por largo tiempo los hermanos casi no hicieron otra cosa que dormir.

Entretanto la viña, que había sido mejor “escavada” que nunca, brotaba que era un gusto.

Asombrados, los hermanos desecharon la idea de venderla y tuvieron una cosecha tan abundante, que ganaron un dineral.

Entonces comprendieron el tesoro escondido que habían heredado: la inagotable riqueza de la tierra, que sólo entrega a los que, año tras año, bajo el sol y la lluvia, se curvan sobre la azada.

FIN